La elección del Presidente es uno de los asuntos destacados de la primera sesión plenaria del Parlamento Europeo tras las elecciones, que empieza el 14 de julio en Estrasburgo Francia. ¿Quién será el elegido? Los grupos políticos tendrán que presentar formalmente sus candidatos, para después negociar cuál de ellos obtendrá el apoyo necesario para ocupar durante los dos años y medio de mandato media legislatura la Presidencia de la Eurocámara. Durante las negociaciones, se suele tener en cuenta el peso relativo de cada grupo político en función de los resultados electorales, y no es raro que se llegue a un acuerdo para las dos mitades de la legislatura.
Labor interna y externa del Presidente
El Presidente desarrolla un importante papel tanto dentro como fuera de la institución. En la Cámara, preside las sesiones plenarias tanto en Bruselas como en Estrasburgo; es por tanto el responsable de abrir votaciones, dar la palabra a los diferentes oradores y llamarlos al orden, en caso necesario.
También preside la reunión de líderes de los grupos políticos, que decide la agenda política del Parlamento Europeo, así como la Mesa de la Cámara, órgano que organiza asuntos de tipo práctico y organizativo.
Un elemento crucial en las labores del Presidente es representar a la Eurocámara en las Cumbres europeas de jefes de Estado y de Gobierno, a quienes expone la posición de los eurodiputados sobre los asuntos que vayan a ser debatidos.
En la escena internacional, el Presidente representa asimismo a la institución. Así, es el encargado de rubricar los tratados comunitarios y el representante exterior del Parlamento Europeo, que como tal realiza viajes y visitas oficiales tanto dentro como fuera de la Unión Europea.
¿Cuántos grupos políticos?
En cuanto a los grupos políticos que forman la Eurocámara, en la legislatura que acaba de terminar había siete. Ahora se especula con la posibilidad de que se cree alguno nuevo, o de que se modifique la composición de alguno de los que ya existen.
De momento, los resultados de las elecciones celebradas la primera semana de junio otorgan al Partido Popular Europeo 264 escaños, una amplia mayoría a la que siguen en número de escaños el Partido Socialista Europeo, con 161 escaños, y la Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa, con 80. Unas cifras que aún pueden cambiar, ya que los diputados no inscritos que no forman parte de ningún grupo político podrían solicitar entrar en alguno de ellos; también se podría formar algún grupo nuevo, con lo que los escaños quedarían distribuidos de forma diferente.
La importancia del grupo
Formar parte de un grupo político es importante, ya que proporciona una plataforma desde la que se adquiere mayor visibilidad que cuando se actúa desde fuera de ello. Por ejemplo, el tiempo de palabra durante las reuniones de la Eurocámara se distribuye en función del número de eurodiputados de cada grupo. Por eso, las negociaciones para determinar cuál será su composición, y si se creará alguno nuevo, centran ahora la atención de la Eurocámara.
Una vez haya concluido este proceso, habrá que elegir al Presidente y catorce vicepresidentes del Parlamento, así como a sus seis cuestores y a los presidentes de cada una de las comisiones y delegaciones parlamentarias. Una vez más se podrá de manifiesto la importancia de los grupos políticos: para los eurodiputados no inscritos, resulta prácticamente imposible alcanzar una posición relevante.
Cambios de nombre
No es de extrañar, por tanto, que las negociaciones en torno a la formación de los grupos centren la atención en las semanas previas a la sesión plenaria inaugural. Esta vez, además, se da la circunstancia de que en el numeroso grupo de no inscritos de incluyen grupos enteros de representantes de algunos partidos nacionales. Por ejemplo, los conservadores británicos, que han decidido salir el Partido Popular Europeo y tratan de formar grupo propio; para que sea posible, deberán reunir al menos a 25 parlamentarios que representen a un mínimo de siete países diferentes.
Estos movimientos de un grupo a otro tienen también efectos sobre el nombre de los propios grupos; por ejemplo, el Partido Popular Europeo ya no añade a su nombre el de "Demócratas Europeos", tras la salida de los británicos. Algo parecido a lo que ya hizo el grupo liberal en varias ocasiones; en 1796 se convirtió en el grupo Liberal y Democrático; en 1986, en el grupo Liberal, Demócrata y Reformista, y en 2004 en la Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa.
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