jueves, 18 de junio de 2009

IMPULSO AL MERCADO DE ALQUILER DE VIVIENDA

— DEL DIPUTADO DON JOSEP ANTONI SANTAMARÍA I MATEO, DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA, QUE FORMULA A LA SEÑORA MINISTRA DE VIVIENDA: ¿QUÉ MEDIDAS ESTÁ DESARROLLANDO EL GOBIERNO PARA IMPULSAR EL MERCADO DE ALQUILER DE VIVIENDAS?

El señor PRESIDENTE: Pregunta ahora para la señora ministra de Vivienda. Para formularla tiene la palabra don Josep Antoni Santamaría i Mateo.
El señor SANTAMARÍA I MATEO: Gracias, señor presidente.
Señora ministra, señorías, dicen que la única causa de la escasa oferta de alquiler es la inseguridad; seguro que no. Lo seguro, lo cierto es que aún a estas horas, pasadas las diez, dos inquilinos siguen ocupando el escaño sin satisfacer la renta política que debieran. (Aplausos.) Pero hoy nos trajina otro alquiler. Los planes del Gobierno, como instrumentos políticos, tienen entre otros objetivos el de equilibrar las distintas formas de acceso a la vivienda fomentando el alquiler. A pesar de los furibundos ataques a toda iniciativa del Gobierno, la razón, que no los grupos, viene en ayuda del compromiso. Los socialistas alertamos de la dificultad en el acceso a la vivienda en especial para los jóvenes. Otros siguieron pertinaces en su delirio de pago asequible, aunque fuera desmesurado. El Gobierno socialista apostó por el alquiler no sustitutivo, sí como opción: más libertad para elegir. Otros, serviles en sus aportaciones, negaron primero, pretendidos paladines después. Fuimos los socialistas quienes innovamos en instrumentos para incentivar y dinamizar el alquiler, mejorable, sin duda. Otros, siempre al cobro de pieza. Lo cierto es que hoy hay mayor número de iniciativas similares; similares que no iguales, señorías.
Vivir para ver, señora ministra. Ayer pocos se acordaron, no ya de la vivienda sino del alquiler como alternativa posible. Hoy todo son loas, exigencias y propuestas. Bienvenidas sean, aunque algunos siguen sin ver más allá de la zanahoria del lucro y otros nieguen al Estado, exigiéndolo después. Señorías, apostar todo al ladrillo nuevo que esclaviza no satisface necesidades ni proyectos de vida. Sí las voraces fauces de quienes pretenden debilitar al Estado en pos de plusvalías sin límites.
Compartiendo, pues, posición y pensando que otros inquilinos deben sustituir a los señores Trillo y Merino del Partido Popular, que siguen en sus escaños sin pagar políticamente (Protestas.)…

El señor PRESIDENTE: Silencio, por favor.
El señor SANTAMARÍA I MATEO: …,deseamos conocer las medidas concretas del Gobierno en materia de alquiler.
Gracias, señorías. Gracias, señora ministra.
(Aplausos.—Varios señores diputados: ¡Muy bien!)

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias. Señora ministra de Vivienda.

La señora MINISTRA DE VIVIENDA (Corredor Sierra): Gracias, presidente.
Señoría, como sabe, uno de los mayores potenciales que tiene actualmente nuestro mercado inmobiliario es el desarrollo del mercado del alquiler. Solamente viven en alquiler el 13 por ciento de las familias españolas, lo cual nos distancia mucho del 40 por ciento de media que tiene la Unión Europea y además es un mercado que está muy poco profesionalizado —solo el 15 por ciento de los contratos tienen algún tipo de intermediario profesional—, todo ello en un contexto que convive con el mayor stock de viviendas infrautilizadas de los países de nuestro entorno, lo cual es claramente un desperdicio económico y social. Por eso hemos apostado por el alquiler desde diferentes frentes con la intención de favorecer la movilidad laboral, la emancipación de los jóvenes y la libertad de elección de todas las familias y ciudadanos en cuanto a su forma de acceso a la vivienda. Desde este punto de vista, el Plan estatal de vivienda y rehabilitación, que acabamos de aprobar y estamos poniendo en marcha, prevé el 40 por ciento de actuaciones en diferentes figuras del alquiler, también el alquiler con opción a compra. La renta básica de emancipación, que se puso en marcha por este Gobierno, la cobran ya 100.000 jóvenes en toda España. Con el acceso de esta forma en alquiler a su primera vivienda, la Sociedad Pública de Alquiler ha sido una pionera en cuanto a la profesionalización de este mercado de alquiler y ha puesto a disposición de todos los propietarios e inquilinos que se acojan a sus servicios medidas de cobertura y de gestión de riesgos que antes solo estaban en poder de pequeñas y muy pocas sociedades de intermediación profesional que había en el mercado. Actualmente el nivel de gestión de viviendas de la Sociedad Pública de Alquiler es muy similar al que tienen otras empresas privadas del sector que llevan muchos más años trabajando en este campo. También nos hemos empeñado en que la fiscalidad sea neutral para todas las familias, independientemente de que accedan a la vivienda en propiedad o en alquiler. Recuperamos la deducción por alquiler que el Partido Popular había suprimido y nos hemos propuesto mejorarla y equipararla a los que compran para que desde este punto de vista las familias sean realmente libres en cuanto que decidan alquilar o comprar. También en esta Cámara está en la última fase de tramitación el proyecto de ley de sociedades cotizadas de inversión en el mercado inmobiliario, que supone una sustancial mejora en cuanto al tratamiento de este tipo de sociedades en materia de fiscalidad, también para el alquiler y para favorecer el mercado de la vivienda. Y también se han aprobado ya las mejoras fiscales en el IVA en cuanto al alquiler con opción a compra, que también supondrá un revulsivo para este mercado. Asimismo, está tramitándose actualmente en la Cámara la ley de medidas de fomento del alquiler y eficiencia energética de los edificios, con la finalidad de dar mayor seguridad jurídica a los propietarios que pongan su vivienda en alquiler, favoreciendo la tramitación procesal de los juicios por desahucio en caso de impago. De esta forma vamos a poder movilizar más viviendas en el mercado del alquiler, ampliar la oferta, mejorar la calidad y bajar los precios, que al final es la política responsable de vivienda de alquiler que quiere hacer el Gobierno.
Muchas gracias. (Aplausos.)
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora ministra.

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