Exposición de motivos
Todos los años, del 16 al 23 de septiembre se celebra en toda Europa la que se dio en llamar «Semana de la Movilidad», en la que este año colaboran 2102 municipios afectando a más de 220 millones de europeos. De ellos, 366 son municipios y ciudades españolas en las que viven unos 20 millones de personas.
Todas estas ciudades organizan varias jornadas de actos y celebraciones que promocionan de una u otra manera el uso del transporte público y alternativo, siempre en contra del uso intensivo e irracional del vehículo privado.
Este año, los actos se destinan a la lucha contra el cambio climático bajo el lema de «Mejora el clima de tu ciudad». Se trata de promover políticas ambientalmente sostenibles y otros medios de transporte menos contaminantes, entre los que se encuentra un medio como la bicicleta, auténtico protagonista de la Movilidad en las ciudades, las cuales han venido desarrollando una política de apoyo, desde hace décadas, en distintos países de nuestro entorno pese a contar con menos condiciones climáticas y orográficas de las que ofrece la mayoría del territorio español.
Tratándose de la lucha por el clima, ciudades españolas como Barcelona, Valencia, Sevilla, etc., cuentan con unas condiciones ideales para una acción en profundidad que impulse la extensión de la bicicleta como medio de transporte cotidiano para acceder a los centros de trabajo, de ocio o comerciales.
Para una promoción eficaz de este medio de transporte ecológico y económica, la Administración Pública debe ir por delante de la situación generando políticas que fomenten la extensión del mismo. Existe una cierta polémica sobre la posibilidad de llevar la bicicleta propia en el tren o en el metro, dada la incomodidad y situaciones de peligro que se aducen en contra de ello, por ello una adecuada red de estaciones de bicicletas públicas conectadas tanto a paradas de metro como de estaciones de RENFE-ADIF que hagan innecesario viajar con las bicicletas privadas, máxime aún cuando son ya varias las ciudades que cuentan o están implantando un sistema público de alquiler de bicicletas.
Alrededor de las grandes ciudades suele haber zonas metropolitanas por donde discurren redes de cercanías que utilizan millones de ciudadanos. El Estado, a través de ADIF, tiene una gran posibilidad de aportar una solución fundamental que por una parte podría eliminar la anterior polémica, y por otra contribuiría a la extensión del uso de la bicicleta habilitando espacios donde
cada Ayuntamiento o la propia ADIF procuren un sistema de aparcamiento para bicicletas privadas que los viajeros puedan ahí estacionarlas y recuperarlas a la vuelta de su trayecto.
Los usuarios tendrían así unas plazas donde dejar sus bicicletas aparcadas de forma segura, sabiendo que en su destino pueden tener una bicicleta del Sistema Público a su disposición en la estación de RENFE o de Metro correspondiente, y al final de la jornada recogerán su bicicleta con la que de nuevo regresarán a su domicilio.
Para una promoción eficaz de este medio de transporte ecológico y económica, la Administración Pública debe ir por delante de la situación generando políticas que fomenten la extensión del mismo. Existe una cierta polémica sobre la posibilidad de llevar la bicicleta propia en el tren o en el metro, dada la incomodidad y situaciones de peligro que se aducen en contra de ello, por ello una adecuada red de estaciones de bicicletas públicas conectadas tanto a paradas de metro como de estaciones de RENFE-ADIF que hagan innecesario viajar con las bicicletas privadas, máxime aún cuando son ya varias las ciudades que cuentan o están implantando un sistema público de alquiler de bicicletas.
Alrededor de las grandes ciudades suele haber zonas metropolitanas por donde discurren redes de cercanías que utilizan millones de ciudadanos. El Estado, a través de ADIF, tiene una gran posibilidad de aportar una solución fundamental que por una parte podría eliminar la anterior polémica, y por otra contribuiría a la extensión del uso de la bicicleta habilitando espacios donde
cada Ayuntamiento o la propia ADIF procuren un sistema de aparcamiento para bicicletas privadas que los viajeros puedan ahí estacionarlas y recuperarlas a la vuelta de su trayecto.
Los usuarios tendrían así unas plazas donde dejar sus bicicletas aparcadas de forma segura, sabiendo que en su destino pueden tener una bicicleta del Sistema Público a su disposición en la estación de RENFE o de Metro correspondiente, y al final de la jornada recogerán su bicicleta con la que de nuevo regresarán a su domicilio.
Por todo ello el Grupo Parlamentario Socialista presenta la siguiente Proposición no de Ley
«El Congreso de los Diputados insta al Gobierno de España a:
1. Que dentro de sus competencias, ADIF adopte como objetivo la implantación de puntos de aparcamiento y recogida, de bicicletas de los Sistemas Públicos de Bicicletas que los municipios y ciudades en los que presta servicio puedan poner en marcha.
2. Adoptar un Plan estatal que asegure que tal iniciativa llegue a todos los grandes municipios y áreas metropolitanas mediante los correspondientes convenios y acciones de coordinación que mejor contribuyan a los acuerdos con los distintos municipios.»
1. Que dentro de sus competencias, ADIF adopte como objetivo la implantación de puntos de aparcamiento y recogida, de bicicletas de los Sistemas Públicos de Bicicletas que los municipios y ciudades en los que presta servicio puedan poner en marcha.
2. Adoptar un Plan estatal que asegure que tal iniciativa llegue a todos los grandes municipios y áreas metropolitanas mediante los correspondientes convenios y acciones de coordinación que mejor contribuyan a los acuerdos con los distintos municipios.»
Palacio del Congreso de los Diputados, 6 de octubre de 2009.—José Luis Ábalos Meco, Diputado.— Eduardo Madina Muñoz,
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