jueves, 5 de noviembre de 2009

Contra la POBREZA Y LA EXCLUSIÓN SOCIAL

El Grupo Parlamentario Socialista ha presentado la siguiente Proposición no de Ley encaminada a instar al Gobierno de España a que lleve a cabo determinadas actuaciones con motivo del año 2010 como Año europeo de la lucha contra la pobreza y la exclusión social, para su debate en la Comisión de Cooperación Territorial para el Desarrollo.

Exposición de motivos
El próximo año 2010 ha sido declarado por la Comisión Europea Año europeo de la lucha contra la pobreza y la exclusión social. Para conseguir avanzar hacia las metas que acompañan a dicha declaración es necesaria tanto la actuación decidida de los Estados como el compromiso firme de la ciudadanía en cada una de nuestras sociedades. La pobreza, resultado de procesos económicos
que llevan consigo la exclusión social, atenta contra la dignidad de los individuos y merma las posibilidades de desarrollo de los pueblos, afecta a la vida social y deslegitima el orden político que la alberga en su seno. La pobreza, con lo que comporta de desigualdad, erosiona las condiciones que hacen posible la convivencia democrática. El hecho de la pobreza obliga a
cuestionar dinámicas económicas que son deshumanizantes y, además, medioambientalmente insostenibles.
Una de las consecuencias de la crisis económica global en la que estamos inmersos es el aumento de la pobreza en el mundo, en un momento histórico en el que parecía que se podían obtener logros decisivos en cuanto a su progresiva erradicación. El empobrecimiento que afecta a determinadas capas de población de las sociedades desarrolladas y a la mayoría de la población en países en vías de desarrollo, se ve incrementado no sólo por las directas consecuencias sociales de la crisis económica que vienen de la mano del desempleo, sino que resulta agravado cuando crisis alimentarias o crisis energéticas hacen notar sus efectos junto a los de la mencionada crisis económica. En países donde tenemos una economía más resistente a la crisis y un Estado de bienestar donde se despliegan políticas sociales que implican el apoyo a quienes más padecen las consecuencias de dicha crisis, el empobrecimiento y la exclusión social se hallan más mitigados. Allí donde las estructuras económicas son más endebles y menor la capacidad del Estado para aplicar políticas sociales eficaces, la lucha contra la pobreza encuentra menos recursos con los que llevarse a cabo. Esa situación, desgraciadamente muy extendida en nuestro mundo, reclama un mayor esfuerzo de solidaridad por parte de individuos, sociedades y Estados, no sólo hacia el interior de cada comunidad, sino también hacia el exterior, tanto más si en países distintos al propio son mayores las injusticias que el empobrecimiento implica.
La conciencia colectiva acerca de la urgencia, la necesidad y el imperativo ético-político de erradicar la pobreza llevó ya en el año 2000 a que 189 Estados suscribieran en el marco de las Naciones Unidas la Declaración sobre Objetivos de Desarrollo del Milenio, siendo el primero de ellos «erradicar la pobreza extrema y el hambre». España se comprometió firmemente con esos Objetivos del Milenio, de manera que no sólo la cooperación para el desarrollo ha ganado peso político en nuestro Estado, sino que se ha buscado consecuentemente que el desarrollo solidario y sostenible sea objeto de las diferentes políticas según el principio de coherencia que debe impregnar a todas ellas. Así quedó plasmado en el Pacto de Estado contra la Pobreza. Así lo entiende el actual Gobierno de España, como se puede apreciar especialmente en el Plan Director de la Cooperación Española 2009-2012, en el Plan África, en las medidas promovidas en el ámbito internacional para la lucha contra el hambre ante las situaciones de crisis alimentaria, en el objetivo de llegar al 0,7 % de aportación española a la ayuda internacional al desarrollo, así como en el esfuerzo realizado para que las instituciones financieras internacionales coadyuven en la superación de la pobreza. Todo ello proporciona un contexto previo desde el cual cabe potenciar al máximo en España las propuestas y acciones que han de acometerse en el Año Europeo de la lucha contra la pobreza y la exclusión social. Dado, además, que en el primer semestre del año 2010 España ejercerá la presidencia de turno de la Unión Europea, ello es motivo añadido para que las actuaciones contra la pobreza y la exclusión social se proyecten de manera decidida desde esa presidencia española al conjunto de los países europeos. Por ello, y con las miras puestas en reforzar la sensibilidad social y los consensos políticos en torno a la lucha contra la pobreza, se dirige al Gobierno la siguiente Proposición no de Ley.

Proposición no de Ley
«El Congreso de los Diputados insta al Gobierno:
1) A seguir insistiendo en los organismos internacionales en la necesidad de que la ayuda al desarrollo, fundamental para erradicar la pobreza y acabar con la exclusión social, no se vea menguada en estos tiempos de crisis por parte de los países donantes.
2) A reforzar dentro y fuera de nuestras fronteras los compromisos con los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
3) A correlacionar lo más estrechamente posible la ayuda al desarrollo con las medidas políticas que en cada caso sean necesarias para avanzar, junto con la integración socioeconómica, hacia objetivos de inclusión democrática irrenunciables desde el común compromiso con derechos humanos universales.
4) A continuar promoviendo, desde la coordinación con las Comunidades Autónomas y Ayuntamientos, la más consecuente asunción solidaria por parte de la sociedad española de las metas de una cooperación internacional al desarrollo encaminada a erradicar la pobreza y a fomentar procesos de construcción de ciudadanía que a nadie dejen fuera de la lógica inclusiva
de la democracia.
5) A potenciar la lucha contra la pobreza y la exclusión social durante el semestre de la Presidencia española de la UE.»

Palacio del Congreso de los Diputados, 15 de octubre de 2009.—José Antonio Pérez Tapias, Diputado Socialista.

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