Límites a la REMUNERACIÓN DE LOS EJECUTIVOS

Ramón Jáuregui: "Hemos dado el primer paso para que los gobiernos recuperen las riendas de la economía"

El eurodiputado y secretario general de los socialistas españoles en la Eurocámara, Ramón Jáuregui, confía en que la reforma de la remuneración de los ejecutivos, elaborada por los Veintisiete, salga adelante en la próxima reunión del G-20.

Esta semana, los ministros de Economía de la Unión Europea han acordado una propuesta para modificar los bonus a los ejecutivos. Ramón JÁUREGUI la ha valorado positivamente, y ha calificado de "inédita" la idea de vincular la retribución variable también a las pérdidas -no sólo a los beneficios- "Es una medida que hubiera sido impensable hace dos años, y que refleja el giro fundamental que la crisis ha dado al modelo económico establecido", ha señalado, explicando que la crisis ha hecho evidente la necesidad del control público de los mercados. "Es un ejemplo más de la recuperación de la legitimidad del poder del estado frente al poder del mercado".
"La situación actual ha demostrado que es necesario limitar la tendencia a tomar demasiados riesgos en la banca. Las pagas deben adecuarse a los riesgos que se toman", ha declarado JÁUREGUI, que apoya la iniciativa "porque responde a una visión menos cortoplacista de la economía".
El dirigente socialista ha opinado que "los beneficios a corto plazo no deberían ser los únicos que determinen las ganancias de los agentes de bolsa. Los incentivos que ofrecían los bonus fueron nocivos para la estabilidad financiera, pues estaban basados en beneficios especulativos a corto plazo, y contribuyeron a crear el caldo de cultivo para la crisis".
Por último, JÁUREGUI ha señalado que "hemos dado el primer paso hacia una nueva fase en la que el gobierno recupera las riendas de la economía, en la que el intervencionismo y la regulación serán los protagonistas para devolver la coherencia a la economía internacional". En este sentido, el eurodiputado ha apelado al mayor consenso posible para que la propuesta salga adelante en la próxima reunión del G-20, ya que "sería idóneo que la regulación se aplicara a nivel internacional. De lo contrario -ha alertado-, podría generarse una peligrosa competencia entre instituciones financieras para atraer a dirigentes de la banca con base a estos incentivos perversos".