El FLAMENCO como PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL DE LA UNESCO. Apoyo del Parlamento de Andalucía

A LA MESA DEL PARLAMENTO DE ANDALUCÍA
Los GG.PP. Socialista, Popular de Andalucía e Izquierda Unida Los Verdes-Convocatoria por Andalucía, con arreglo a lo previsto en el artículo 168 y siguientes del Reglamento de la Cámara, presentan la siguiente Proposición no de Ley ante el Pleno, relativa a apoyo a la candidatura del flamenco al Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO.
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
La construcción de los imaginarios culturales se basa en aspectos concretos de la realidad que adquieren valores singulares en la evolución temporal. Estos imaginarios se articulan como señas de identidad de grupos sociales, como raíces de su personalidad, en el sentido de Arturo Barea. Estas realidades culturales de excelencia pueden adquirir significación universal, con lo que su valor patrimonial aumenta de tal manera que se convierten en vehículo de comunicación de un complejo universo de referencias con independencia de razas y lenguas.
El flamenco es la manifestación cultural más significativa, representativa e identitaria del patrimonio cultural inmaterial de Andalucía. Constituye un signo distintivo de la cultura andaluza en el mundo y es hoy un potente embajador cultural de nuestra tierra en los cinco continentes.
El flamenco es una expresión eminente de la tradición popular, de alguna manera es la "voz del pueblo", en su origen, de grupos marginados y, más tarde, de la sociedad andaluza en su conjunto, como consecuencia de la aceptación y expansión de sus extraordinarios valores artísticos y emocionales. Como es ley general de las grandes manifestaciones culturales del mundo hispánico las formas populares se enriquecen con las aportaciones de la tradición culta y esto sucede también con el flamenco, que adquiere una popularidad inusitada a partir de la segunda mitad del siglo XIX con ejemplos literarios tan importantes como las páginas de Galdós, de Clarín y de los costumbristas al universo flamenco dedicadas y, sobre todo, con su aceptación por las minorías cultas en las primeras décadas del siglo XX, de lo que fue expresión el Concurso de Granada de 1922 y la rotunda afirmación de Lorca: "El flamenco es una de las creaciones más gigantescas del pueblo". De la importancia del flamenco da cuenta la ingente bibliografía sobre su origen, evolución, grupos sociales, artistas, etc.
Con el tiempo, se ha convertido en el rasgo de identidad cultural más relevante no solo para las comunidades y los individuos implicados directamente en su continuidad, sino para el conjunto de Andalucía y, por extensión, de otras comunidades como Extremadura o Murcia, siendo un elemento básico de diferenciación y reconocimiento.
El flamenco surge de la diversidad, de la interculturalidad y del mestizaje para hacerse único y diferente, pero esta autodefinición no es óbice para seguir que evolucione entiende con el intercambio permanente y la interacción de diferentes culturas, pues ha llegado a ser universal.
Es un arte que va más allá de la música, está en constante evolución, posee una gran ductilidad y complejidad expresivas. El flamenco influye en otras artes, caso de las plásticas, con una capacidad de transformar y transformarse ilimitada, que bebe de muchas fuentes musicales y que se ha nutrido, no solo de un lecho musical preexistente, sino de las aportaciones individuales de una extraordinaria nómina de artistas del cante, el toque y el baile, especialmente a partir de la segunda mitad del siglo XIX.
De este modo, el flamenco es reconocido en el Estatuto de Autonomía para Andalucía como un elemento singular del patrimonio cultural andaluz, ya que, en su artículo 68,1, insta a la Administración autonómica a sostener políticas en los ámbitos de su "conservación, protección, investigación, estudio, promoción y difusión".
Además, el flamenco manifiesta sólidas funciones culturales y sociales. Proporciona una identidad definida a las comunidades y grupos que participan de él. Aporta un conjunto de representaciones y ritos particulares tanto en la vida social como privada de las personas implicadas. Ha generado fórmulas representativas de gran valor simbólico que están en la sustancia de los hitos y de los episodios más relevantes de la vida, tanto íntima como colectiva. Ha creado sus propios rituales cuando, desprovisto de la escenografía profesional, surge abiertamente en encuentros familiares y fiestas privadas, como corresponde a su origen popular.
Por otra parte, el flamenco ha generado un universo léxico y un conjunto de expresiones presentes no solo en sus formas musicales y estéticas, sino con irradiación a la vida cotidiana y a otros contextos sociales. Fomenta la comunicación y propicia espacios para el encuentro entre comunidades y grupos. Estimula, seduce, maravilla y brinda nuevos horizontes de comunicación.
Y es que el flamenco es herencia y es, sin lugar a dudas, vigencia. Sigue transmitiéndose y renovándose a través de las creaciones e interpretaciones de los artistas e intérpretes, de las investigaciones de los estudiosos y del apoyo de instituciones tan importantes como las peñas flamencas. El peso de la tradición oral ha marcado su transmisión y conocimiento a través de dinastías, familias, grupos sociales y minorías étnicas que se erigen en depositarios de la cultura flamenca.
Por las características propias del flamenco, debido a los principios de interacción cultural, de tolerancia y de respeto que inspira su tradición y transmisión, así como las relaciones humanas que se tejen entre sus componentes, por la calidad de sus músicas y de su lírica, por el extenso legado de sus creaciones y aportaciones culturales, el flamenco reúne todos los requisitos para ser inscrito en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO.
Una iniciativa, que debe ser liderada por la comunidad andaluza, consensuada con las comunidades de Extremadura y Murcia e impulsada por el Gobierno de España a través de la Comisión Nacional del Patrimonio.
Por todo lo expuesto con anterioridad, los GG.PP. Socialista, Popular de Andalucía e Izquierda Unida Los Verdes-Convocatoria por Andalucía someten a la aprobación del Pleno la siguiente
PROPOSICIÓN NO DE LEY
1. Prestar su apoyo firme y unánime en todo el proceso de tramitación de la candidatura del flamenco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad ante la UNESCO.
2. Adherirse al conjunto de entidades propias del tejido social y profesional del flamenco que han suscrito ya apoyos explícitos a la mencionada candidatura para que la institución más representativa del pueblo andaluz encabece el abanico de apoyos formales para su inscripción en la Lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO.
3. Sumarse a cuantas iniciativas se organicen y articulen para respaldar e impulsar desde las instituciones la candidatura del flamenco al Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
4. Instar al Gobierno de la Junta de Andalucía a llevar adelante todos los esfuerzos necesarios que conduzcan a la presentación, defensa y mantenimiento de la candidatura del flamenco para su inscripción en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO, así como a la búsqueda de los apoyos y consensos entre instituciones que garanticen la viabilidad de la misma.
Sevilla, 2 de septiembre de 2009.
Los Portavoces de los GG.PP. Socialista, Popular de Andalucía e Izquierda Unida Los Verdes-Convocatoria por Andalucía, Manuel Gracia Navarro, María Esperanza Oña Sevilla y Diego Valderas Sosa.