La señora MARTÍNEZ LÓPEZ: Gracias, señora presidenta.
Señor ministro, hay motivos para la satisfacción en la educación española. En los últimos años nuestro sistema educativo viene desarrollándose a buen ritmo gracias en gran medida a la aplicación y al desarrollo de la LOE.
Se ha extendido la escolarización por abajo en la educación infantil, ahora en la etapa de 0-3 años, y también por arriba, puesto que hay mucha más población escolar haciendo estudios universitarios, de FP de grado superior y también de educación permanente, y sabemos muy bien que más tiempo de escolarización conlleva más y mejor educación. Se han incrementado de forma notable las becas y eso significa más igualdad de oportunidades e implica más cohesión social para nuestro país. Se han impulsado con las comunidades autónomas planes contra el fracaso escolar y contra el abandono escolar temprano.
Se ha acometido —usted lo comentaba hoy— la modernización de nuestro sistema educativo con el programa Escuela 2.0 para afrontar los retos que tiene la sociedad de hoy, una sociedad globalizada e interconectada. También se está abordando la formación profesional y consideramos, señor ministro, que los estudiantes de formación profesional quieren estudiar. Podemos por tanto presumir que la población juvenil e infantil de España hoy tiene la mejor educación que jamás ha tenido en ningún otro momento en la historia. Por tanto, es un rasgo positivo que por la autoestima de nuestro sistema educativo, por la autoestima del conjunto del profesorado tenemos la responsabilidad de poner en pie y alejarnos de esas visiones alarmistas y catastrofistas que no están reconociendo el esfuerzo colectivo del conjunto de la comunidad educativa y de las administraciones educativas y que tampoco tienen en cuenta esa evolución a la que hacía referencia. Precisamente, el informe recientemente publicado de la OCDE señala este camino positivo de la educación española, con datos que ponen de relieve el avance notable en estos últimos tiempos. Por eso le pregunto por la valoración que el ministerio hace del citado informe. (Aplausos.)
Señor ministro, hay motivos para la satisfacción en la educación española. En los últimos años nuestro sistema educativo viene desarrollándose a buen ritmo gracias en gran medida a la aplicación y al desarrollo de la LOE.
Se ha extendido la escolarización por abajo en la educación infantil, ahora en la etapa de 0-3 años, y también por arriba, puesto que hay mucha más población escolar haciendo estudios universitarios, de FP de grado superior y también de educación permanente, y sabemos muy bien que más tiempo de escolarización conlleva más y mejor educación. Se han incrementado de forma notable las becas y eso significa más igualdad de oportunidades e implica más cohesión social para nuestro país. Se han impulsado con las comunidades autónomas planes contra el fracaso escolar y contra el abandono escolar temprano.
Se ha acometido —usted lo comentaba hoy— la modernización de nuestro sistema educativo con el programa Escuela 2.0 para afrontar los retos que tiene la sociedad de hoy, una sociedad globalizada e interconectada. También se está abordando la formación profesional y consideramos, señor ministro, que los estudiantes de formación profesional quieren estudiar. Podemos por tanto presumir que la población juvenil e infantil de España hoy tiene la mejor educación que jamás ha tenido en ningún otro momento en la historia. Por tanto, es un rasgo positivo que por la autoestima de nuestro sistema educativo, por la autoestima del conjunto del profesorado tenemos la responsabilidad de poner en pie y alejarnos de esas visiones alarmistas y catastrofistas que no están reconociendo el esfuerzo colectivo del conjunto de la comunidad educativa y de las administraciones educativas y que tampoco tienen en cuenta esa evolución a la que hacía referencia. Precisamente, el informe recientemente publicado de la OCDE señala este camino positivo de la educación española, con datos que ponen de relieve el avance notable en estos últimos tiempos. Por eso le pregunto por la valoración que el ministerio hace del citado informe. (Aplausos.)
El señor MINISTRO DE EDUCACIÓN (Gabilondo Pujol): Gracias, señora presidenta.
Señorías, en los próximos días comenzaremos un diálogo explícito en torno a la situación educativa en España con todos los grupos parlamentarios a través de una propuesta de diálogo. Del informe que hemos visto se pueden extraer dos lecturas importantes, la primera, que España arrastra todavía un retraso histórico en algunos indicadores; la segunda, que la diferencia respecto a los indicadores de la OCDE se va reduciendo paulatinamente en la buena dirección. En algunos aspectos ya estamos por encima. En la última década, se ha incrementado en 20 puntos el nivel de formación de la población adulta. Es la primera vez en nuestra historia que más de la mitad de la población adulta tiene formación postobligatoria. El número de jóvenes que estudian formación profesional de grado medio es uno de nuestros problemas, pero ha crecido 4 puntos respecto al informe anterior. También mejora notablemente entre los jóvenes la tasa de graduados en bachiller y FP de grado medio, hasta el 74 por ciento, 8 puntos más que hace cuatro años. Señorías, hemos alcanzado el cien por cien de escolarización entre 3 y 6 años y tenemos un elevado nivel de 0 a 3. Estos datos, base del éxito escolar futuro, nos sitúan en la vanguardia educativa junto a países nórdicos en estos asuntos. También hay un incremento anual del 7 por ciento en jóvenes que optan por la educación superior, frente al 4,5 por ciento del resto de la media Europea.
Junto a estos datos positivos, que marcan una tendencia, nos encontramos con el talón de Aquiles de nuestro sistema educativo, que es el fracaso y el abandono escolar prematuro. Tienen razón los que lo subrayan, pero no tienen razón los que solo subrayan esto, debido a que apenas tenemos un 22 por ciento de personas con nivel de formación intermedio. Es cierto que nuestro pasado lastra estos datos. En 1978, un cuarto de la población en España era analfabeta y del resto de población el 60 por ciento solo tenía estudios primarios.
Hemos hecho un gran esfuerzo como país y seguimos haciéndolo. Es que se nos olvida de dónde venimos. Hay que recordar que estos datos de este año de la OCDE hacen referencia al periodo 2006-2007 y por tanto hay que ver qué resultado dan las medidas adoptadas en los tres últimos años. Hemos incrementado la inversión en educación hasta alcanzar el 4,6 por ciento, pero habiendo crecido más deprisa que el resto de los países, todavía nos queda mucho por hacer. Creo que tenemos que trabajar, no en clave partidista sino en clave de país, para impulsar los caminos que hemos dado y corregir los errores. Tenemos que estar a la altura de esta situación y lo estaremos. Juntos vamos a hacer mucho por la mejora de la educación. (Aplausos.)
Señorías, en los próximos días comenzaremos un diálogo explícito en torno a la situación educativa en España con todos los grupos parlamentarios a través de una propuesta de diálogo. Del informe que hemos visto se pueden extraer dos lecturas importantes, la primera, que España arrastra todavía un retraso histórico en algunos indicadores; la segunda, que la diferencia respecto a los indicadores de la OCDE se va reduciendo paulatinamente en la buena dirección. En algunos aspectos ya estamos por encima. En la última década, se ha incrementado en 20 puntos el nivel de formación de la población adulta. Es la primera vez en nuestra historia que más de la mitad de la población adulta tiene formación postobligatoria. El número de jóvenes que estudian formación profesional de grado medio es uno de nuestros problemas, pero ha crecido 4 puntos respecto al informe anterior. También mejora notablemente entre los jóvenes la tasa de graduados en bachiller y FP de grado medio, hasta el 74 por ciento, 8 puntos más que hace cuatro años. Señorías, hemos alcanzado el cien por cien de escolarización entre 3 y 6 años y tenemos un elevado nivel de 0 a 3. Estos datos, base del éxito escolar futuro, nos sitúan en la vanguardia educativa junto a países nórdicos en estos asuntos. También hay un incremento anual del 7 por ciento en jóvenes que optan por la educación superior, frente al 4,5 por ciento del resto de la media Europea.
Junto a estos datos positivos, que marcan una tendencia, nos encontramos con el talón de Aquiles de nuestro sistema educativo, que es el fracaso y el abandono escolar prematuro. Tienen razón los que lo subrayan, pero no tienen razón los que solo subrayan esto, debido a que apenas tenemos un 22 por ciento de personas con nivel de formación intermedio. Es cierto que nuestro pasado lastra estos datos. En 1978, un cuarto de la población en España era analfabeta y del resto de población el 60 por ciento solo tenía estudios primarios.
Hemos hecho un gran esfuerzo como país y seguimos haciéndolo. Es que se nos olvida de dónde venimos. Hay que recordar que estos datos de este año de la OCDE hacen referencia al periodo 2006-2007 y por tanto hay que ver qué resultado dan las medidas adoptadas en los tres últimos años. Hemos incrementado la inversión en educación hasta alcanzar el 4,6 por ciento, pero habiendo crecido más deprisa que el resto de los países, todavía nos queda mucho por hacer. Creo que tenemos que trabajar, no en clave partidista sino en clave de país, para impulsar los caminos que hemos dado y corregir los errores. Tenemos que estar a la altura de esta situación y lo estaremos. Juntos vamos a hacer mucho por la mejora de la educación. (Aplausos.)
La señora VICEPRESIDENTA (Cunillera i Mestres):
Gracias, señor ministro, ha acabado su tiempo.
Gracias, señor ministro, ha acabado su tiempo.
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