lunes, 20 de abril de 2009



El Grupo Parlamentario Socialista presenta la siguiente Proposición no de Ley sobre impulso a la dimensión europea de la política exterior española, para su debate en la Comisión de Asuntos Exteriores.


Exposición de motivos
La política exterior española tiene en Europa, en la Unión Europea (UE), uno de sus principales instrumentos para que nuestro país sea cada vez más fuerte e influyente en la escena mundial en respuesta a las aspiraciones y necesidades de las y los españoles. La difuminación de las fronteras entre la política exterior y la política interna se produce también en el ámbito europeo, espacio en que hemos alcanzado un grado de integración muy alto en lo económico como lo político, e integración que aspiramos a reforzar e intensificar en ambos sentidos pero sobre todo en lo político en un círculo virtuoso. Queremos reforzarnos fuera para ser más fuertes dentro y a mejorar dentro para proyectarnos con más fuerza en el exterior, proyección que no puede obviar la dimensión europea sino apoyarse en ella.
La política exterior en y de España es cada vez más, y sólo puede ser así, una política exterior en y desde Europa, desde España a través de Europa para el mundo.
Los objetivos e intereses españoles de España y sus ciudadanos en el mundo lo son también los de Europa en su conjunto.
El actual proceso de globalización exige una Unión con una sola voz en el mundo, capaz de aportar soluciones a los retos globales y a los conflictos regionales y mundiales que debemos afrontar desde nuestros propios principios. La UE debe defender los valores e intereses de sus ciudadanos en el mundo.
La política exterior española y la de todos y cada uno de los Estados miembros de la Unión debe buscar soluciones a los problemas del mundo y de nuestra sociedad y acertar a definir el papel de Europa, de la Unión, de sus instituciones y de sus actores en el mundo para un presente y un futuro inmediato rodeados de incertidumbre.
El liderazgo europeo es fundamental en este tiempo de crisis, y depende en buena medida de cuándo y cómo la superaremos los países miembros, y de cómo ejerza Europa su liderazgo en este tiempo.
Así es en cuanto a la definición de la estructura del nuevo sistema financiero internacional y el mayor o menor compromiso con un orden internacional justo y equilibrado, con la lucha contra el cambio climático y con la consecución de los Objetivos del Milenio.
Es más, el Tratado de Lisboa contempla la creación del nuevo Servicio Europeo de Acción Exterior y la puesta en marcha de la cooperación en materia de defensa.
Hoy no es posible acometer cuestiones clave para el presente y el futuro de España sin hacerlo en el ámbito europeo, en ámbitos como la inmigración, los recursos energéticos, la lucha contra el cambio climático, la orientación hacia un progreso económico basado en la investigación, el desarrollo y la innovación.
Lo mismo ocurre con desafíos de enorme entidad como la pobreza y la enfermedad en África, la desigualdad, el crimen organizado y el terrorismo internacional, los nuevos conflictos, la proliferación de armas de destrucción masiva, el desarme, y la desintegración de estados, por lo que continuaremos los esfuerzos que hemos venido realizando para trabajar junto a la sociedad civil y a los países que comparten nuestra visión, los europeos.
La extensión del contenido, complejidad e interconexión de las amenazas y riesgos del mundo globalizado nos obligan a plantear respuestas, políticas e institucionales cada vez más sofisticadas imposibles de desarrollar sin la dimensión europea. El centro de esta nueva diplomacia que transita por la ancha alameda europea es el ser humano, cuya dignidad tiene que ser reconocida como uno de los elementos clave en las relaciones internacionales, cuyos derechos tienen que ser respetados y cuya voz tiene que ser escuchada. Para ello la participación de la sociedad civil en nuestra acción exterior es fundamental.
Este eje europeo de nuestra política exterior tiene frente a sí importantes retos inmediatos:
— Prepararse para aplicar las novedades institucionales previstas en el Tratado de Lisboa.
— Definir los ejes prioritarios de la agenda de la Unión durante la Presidencia española de la Unión en 2010.
— Reforzar la presencia de España y Europa en todo el mundo. Asia, África y el Pacífico son espacios donde Europa puede aportar un gran impulso a la política exterior española.
— Seguir impulsando la política europea de vecindad y la Asociación Oriental, al tiempo que se avanza en la negociación de la actual estrategia de ampliación de la Unión Europea. La firma del tratado de adhesión de Croacia podría tener lugar durante la presidencia española, así como conseguir la incorporación de Turquía a la familia europea como objetivo estratégico de primer orden, y seguir trabajando con Macedonia, Bosnia- Herzegovina y Serbia.
— Fortalecer los vínculos de la Unión Europea con su principal comunidad histórica, Iberoamérica, y por la potenciación del Proceso de Barcelona en esta nueva fase de la Unión para el Mediterráneo ya con sede en Barcelona. La presidencia de España del Consejo de la Unión Europea coincidirá con la próxima cumbre Unión Europea, América Latina y Caribe, que tendrá lugar en España.
— Impulsar la creación de un Área Trasatlántica de Integración entre la UE y los EEUU,
— Reforzar las propuestas comunes en materia de cooperación al desarrollo para mejorar su eficacia y coherencia con el objetivo fundamental de erradicar la pobreza y alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio. La UE es hoy el mayor contribuyente de cooperación al desarrollo del mundo, es un referente mundial a favor de la paz y la seguridad, así como la defensa de lo Derechos Humanos, y por ello está llamada a jugar un papel sustancial en la extensión de la
democracia, las libertades y el bienestar más allá de sus fronteras.
— Impulsar la acción reforzada de la Unión hacia regiones ultraperiféricas, que tiene una relación exterior específica y muy rica con los países vecinos de estas regiones, de suma relevancia para la Comunidad Autónoma de Canarias.
Por todo ello, el Grupo Parlamentario Socialista presenta la siguiente:
Proposición no de Ley
«El Congreso de los Diputados insta al Gobierno a:
Impulsar la dimensión europea de la política exterior española en un marco de refuerzo de la acción exterior de la Unión con el objetivo de defender los valores e intereses de los ciudadanos españoles y de todos los europeos en el mundo.»
Palacio del Congreso de los Diputados, 31 de marzo de 2009.—Juan Moscoso y del Prado Hernández y Juan Fernando López Aguilar, Diputados.—Ramón Jáuregui Atondo, Portavoz del Grupo Parlamentario Socialista

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