El S&D pide que se procese a los clientes de las víctimas del tráfico de personas

La Comisión Europea presentó ayer su propuesta con nuevas normas para intensificar la lucha contra el tráfico de seres humanos. En un debate conjunto de la Comisión de Libertades Civiles y la Comisión de Igualdad de Género, los eurodiputados del S&D reafirmaron su compromiso para luchar contra esta forma moderna de esclavitud y anunciaron que pedirán que se procese a los que utilizan los servicios facilitados por las víctimas del tráfico.

La eurodiputada Britta Thomsen, portavoz del S&D en la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género, dijo: “Es esencial trabajar para reducir la demanda de esas redes, como única forma eficaz de parar el tráfico. El procesamiento de los clientes de esas redes mafiosas será obligatorio en todos los estados miembros”.

Thomsen también pidió medidas más sólidas para apoyar a las víctimas del tráfico, incluyendo la asistencia física y psicológica, así como más programas para ayudarles a reintegrarse en la sociedad. “No se debería tratar el tráfico de personas solo desde la perspectiva de la seguridad”, dijo.

La eurodiputada Anna Hedh, que será la ponente en la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior, dijo: “Celebro el hecho de que los ciudadanos europeos vayan a responsabilizarse de los delitos que se cometen fuera de la UE”. Sin embargo, la eurodiputada señaló algunos defectos en el documento de la Comisión: “Todavía faltan algunas cosas, como la perspectiva específica del género (solo se menciona a los niños como grupos vulnerables) y medidas específicas para luchar contra el cibercrimen”.

También pidió una coordinación mejor y más fuerte entre Europol, Frontex, el Instituto Europeo de Igualdad de Género y la Agencia Europea de Derechos Humanos.

Según la Organización Internacional del Trabajo, al menos 2.450.000 personas realizan trabajos forzados en todo el mundo como resultado del tráfico de seres humanos. La mayoría de las víctimas del tráfico son explotadas en prostitución (43%) –en su gran mayoría mujeres y niñas– y en trabajos serviles (32%).