jueves, 22 de mayo de 2008

El agua en la provincia de Cádiz, por José Luis Blanco Romero


El Parlamento de Andalucía ha celebrado el pasado 14 de mayo un debate general sobre el agua en Andalucía y ha aprobado un conjunto de resoluciones para una adecuada gestión de los recursos disponibles, a partir de las cuales podemos hacer una lectura provincial en clave de futuro. El agua es un recurso público, limitado, renovable e indispensable para la vida y para el desarrollo económico de un territorio. Como recurso estratégico, exige una atención especial de las administraciones públicas y una gestión integrada, sostenible y solidaria en términos sociales y territoriales.

El agua es un recurso esencial, así como un factor estratégico para el desarrollo sostenible. Las sequías estructurales y cíclicas que padecemos, ponen de manifiesto que estamos ante un recurso escaso, por lo que tenemos que hacer un gran esfuerzo de pedagogía social para evitar su derroche, mediante una gestión de la demanda que apueste claramente por medir los consumos, ajustar los precios a los costes del servicio, sancionar el despilfarro y primar el ahorro y la eficiencia. Un modelo hidrológico sostenible debe garantizar los caudales ecológicos y la preservación de los ecosistemas fluviales, aportar los recursos necesarios para el desarrollo económico y social y garantizar los usos públicos sociales, recreativos, culturales, deportivos, educativos, etc.
Para llevar a cabo una gestión integral del agua desde la solidaridad y la participación democrática, es necesario realizar los máximos esfuerzos para alcanzar un Pacto por el Agua, que favorezca el ahorro y la reutilización, la implantación de tecnologías de bajo consumo y la cogestión de todos los usuarios de la cuenca. Es necesario incrementar las inversiones en programas de protección de la cubierta vegetal, ampliar los espacios naturales protegidos asociados al agua, recuperar las zonas húmedas y los acuíferos, respetar los caudales ecológicos y garantizar el equilibrio de los ecosistemas hídricos.
La provincia de Cádiz es una de las más favorecidas de Andalucía por las precipitaciones, a consecuencia de la incidencia de las borrascas que penetran por su amplia fachada litoral y descargan en su tránsito por la campiña. Las lluvias nutren un rico y variado sistema de cuencas hidrográficas entre las que sobresalen: Guadalete, Guadiaro, Barbate, Guadarranque y Palmones. Otras cuencas menores; Iro, Salado, Jara, Madre Vieja, etc., tienen una gran importancia ambiental y ecológica pero escasos aprovechamientos urbanos o agrícolas. Disponemos igualmente de importantes recursos subterráneos de agua, destacando por su superficie y por los caudales embalsados, los sistemas carbonatados de las Sierras de Grazalema, Lijar y Las Cabras, y los sistemas detríticos aluviales del Guadalete, Barbate, Guadarranque y Guadiaro, así como otras unidades hidrogeológicas litorales entre las que destacan las de Puerto Real-Conil, Vejer-Barbate y Costa Noroeste.
La provincia de Cádiz está en una situación comparativa muy favorable en relación con el resto de Andalucía, gracias a las condiciones climáticas y sobre todo al esfuerzo inversor llevado acabo por los gobiernos socialistas de Felipe González, que permitió la construcción del trasvase Guadiaro-Majaceite y los pantanos de Zahara-El Gastor, Guadalcacín, Barbate y Charco Redondo, multiplicando por diez la capacidad de regulación. Por el contrario, durante los ocho años de gobiernos del PP presididos por José Mª Aznar no se llevó a cabo ninguna obra significativa en relación con el ciclo del agua. No es previsible ni recomendable que en el futuro se acometa la construcción de nuevos pantanos, ya que los hasta ahora propuestos (Álamo, Celemín y Hozgarganta) plantean problemas ambientales y un fuerte rechazo social, por lo que no hay que descartar la instalación de desaladoras que nos permitan abordar los largos periodos de sequía con mayores garantías de suministro. El reto inmediato es la reutilización de las aguas depuradas, especialmente en las grandes poblaciones de la provincia, lo que exige acometer obras de infraestructuras para almacenar el agua depurada y distribuirla entre sus usuarios, entre los que deben encontrarse los campos de golf. Debemos favorecer la proliferación de pantanetas, pequeñas presas abrevaderos y balsas para el almacenaje de agua en las explotaciones agrícolas, ganaderas y en los establecimientos turísticos, deportivos y de ocio.
Una vez que se ha llevado a cabo el traspaso de las competencias en materia de agua a la Junta de Andalucía, se están poniendo en marcha importantes iniciativas en materia de abastecimiento y saneamiento, responsabilizando a los ayuntamientos en la gestión a través de mancomunidades y consorcios, previo acuerdo sobre la financiación de las inversiones prioritarias.
En la provincia de Cádiz se han firmado convenios de colaboración entre la Consejería de Medio Ambiente y los ayuntamientos que contemplan: la creación de los consorcios de gestión de las grandes unidades de abastecimiento de la Zona Gaditana, el Campo de Gibraltar y la Sierra, la relación de actuaciones prioritarias y el compromiso de financiación de las mismas, con una aportación del 60% de subvención por parte de la Junta de Andalucía y el 40% de créditos a largo plazo que se amortizarán con un porcentaje sobre el canon de suministro en alta.
En la mejora de los abastecimientos hay que destacar la ampliación de la Zona Gaditana a los municipios de la Janda (Alcalá de los Gazules Benalup-Casas Viejas, Vejer, Barbate y Tarifa) y la modernización de las instalaciones de suministro desde acuíferos subterráneos en la Sierra. En la presente legislatura deben estar concluidas las instalaciones de depuración de todos los municipios. Se está trabajando en la elaboración de Planes de Prevención de Inundaciones y Sequías, con medidas de recuperación del dominio público hidráulico y protocolos para la distribución de los recursos disponibles. Están muy avanzadas las obras de modernización de las zonas de riego de Guadalcacín, Costa Noroeste y Bajo Guadiaro, mientras que en el Barbate se estima necesario destinar la presa de Almodóvar al abastecimiento urbano de Tarifa y desterrar el cultivo de arroz, por los altos consumos, el escaso empleo valor añadido generado y la proliferación de mosquitos que ocasionan muchas molestias a las poblaciones circundantes y
afecta negativamente al desarrollo del turismo.


Publicado en La Voz Digital de Cádiz, 21 de mayor de 2008

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