jueves, 21 de enero de 2010

El PRESIDENTE DEL GOBIERNO DE ESPAÑA en el PARLAMENTO EUROPEO

José Luis Rodríguez Zapatero


El PE acoge con interés el discurso de Zapatero, centrado en la crisis económica

La crisis económica, el Tratado de Lisboa, las relaciones exteriores de la Unión Europea y los avances sociales centraron hoy el discurso que el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, pronunció en el Parlamento Europeo, donde presentó las prioridades de la actual Presidencia española de la UE. Los grupos políticos escucharon con interés sus propuestas en un momento de cambios, marcado por la entrada en vigor del Tratado de Lisboa.

Zapatero, que dedicó la mayor parte de su intervención a la política económica, comenzó su discurso enviando un mensaje de "solidaridad y compromiso de la UE y de sus instituciones" a las víctimas del terremoto de Haití, un país cuyo pueblo "se desgarra entre la muerte y la destrucción", según el presidente.

Tras destacar el "gran honor" que supone hablar en nombre de un país "europeísta, que ha vivido una transformación en gran medida por su incorporación hace 25 años a la Unión Europea", Zapatero adelantó que los próximos seis meses se caracterizarán por los cambios que supone responder a la crisis más aguda vivida en los últimos 80 años, por la puesta en marcha del Tratado de Lisboa, el impulso de las relaciones exteriores, la respuesta al fenómeno de la globalización y los cambios en la relación que la UE debe tener con los ciudadanos.

El Presidente también dio su agradecimiento al PP español por el apoyo a la Presidencia española de la UE, "un factor muy positivo que pone de manifiesto la voluntad común europeísta".

Crisis económica

El presidente Zapatero lamentó, en primer lugar, los 8 millones de desempleados, "muchos de ellos en España", que ha causado la crisis económica, y su efecto en las cuentas públicas, que nos lleva a tomar medidas urgentes". Opinó que "debemos seguir manteniendo estímulos fiscales hasta que la recuperación sea una realidad, y también respetar el Pacto de Estabilidad".

Para afrontar esta crisis, la Presidencia española de la UE tendrá cuatro prioridades en la agenda económica y en la estrategia 2020:

La primera será avanzar conjuntamente en la cooperación energética. Según Zapatero, en los últimos 10 años nuestra dependencia energética ha aumentado 9 puntos, lo que se traduce en 67.000 millones de euros que cada año la UE transfiere a otros países, lo mismo que se dedica a inversión publica en I+D+I. Por eso propuso crear un "mercado común de la energía", que conlleve interconexiones energéticas y un marco regulador común que consolide ese mercado. Así se favorecerá también el desarrollo de las energías renovables.

Además, según Zapatero, habrá que invertir más en sociedad de la información y nuevas tecnologías, facilitando el comercio electrónico para a su vez crear empleo estable.

La tercera medida económica afecta al impulso de los vehículos eléctricos. "Si apostamos de manera integrada por el coche eléctricos contribuiremos a la lucha contra el cambio climático y a la innovación tecnológica", señaló el presidente español.

Por último, Zapatero propuso ahondar en la educación y el espacio de investigación europeo. "En los últimos 10 años no hemos avanzado en cuanto a universidades de excelencia en el ranking de las 100 mejores", señaló. "Tenemos que culminar el proceso de Bolonia y abrir expectativas a la universidad e investigación europeas, ya que es la gran palanca de futuro".

En respuesta al presidente del Grupo Popular Europeo, Joseph Daul, y sus reticencias al incremento del gasto público, Zapatero aclaró que es un "firme partidario del Pacto de Estabilidad y del equilibrio fiscal". Añadió que "el gasto público se ha incrementado porque la inversión privada se frenó, y parece razonable compensar ese frenazo con el estímulo público". También dijo que "hay que corregir los entornos que han favorecido la especulación ya sea financiera o inmobiliaria, como la que España ha padecido".

Respecto a las críticas a su propuesta de sanciones por incumplimiento de objetivos económicos y en respuesta al presidente del Grupo ALDE, Guy Verhofstadt, Zapatero señaló que "la UE aplica sanciones en muchos ámbitos y funcionan". "La UE debe tener claro que aquello que hemos hecho unidos ha dado buenos resultados, como el euro, el Pacto de Estabilidad o el mercado interior".

Al final de su intervención también se refirió a la "exigencia de desaparición de los paraísos fiscales". Para ello, dijo, la Presidencia española "será firme y exigente".

Tratado de Lisboa

Sobre el Tratado de Lisboa, Zapatero prometió que España será "leal y colaboradora" con las nuevas instituciones, que tendrán el valor que el Tratado establece. Destacó que "el Parlamento Europeo cada vez es más el centro político de la UE".

Relaciones exteriores

En cuanto a las relaciones exteriores, el presidente del Gobierno español recalcó que "vivimos tiempos de cambios", con una agenda de 6 meses determinante. En este semestre se dialogará con América, África, Asia, con todos los continentes a través de una intensa agenda de cumbres internacionales, en colaboración con otras instituciones.

Preguntado posteriormente sobre la situación en Oriente Próximo, Zapatero confió en que los próximos 6 meses se pueda "avanzar en un acuerdo". Dijo que la paz en esta zona es una condición necesaria para otras regiones, donde el terror se ha extendido por el fanatismo religioso. Recalcó que una condición fundamental es el reconocimiento del Estado palestino.

Sobre América Latina, "un continente con gran futuro y con una gran impronta europea", destacó que España "quiere avanzar en acuerdos comerciales".

Agenda social

El presidente recordó la importancia de la "iniciativa legislativa popular" que instaura el Tratado de Lisboa. También hizo hincapié en avanzar en la igualdad entre hombres y mujeres y, concretamente, en poner en marcha una orden europea de protección hacia las mujeres maltratadas, ya que a su juicio este tipo de violencia es "impropia e inasumible en una sociedad como la europea".

Según Zapatero, la cohesión social y la inclusión social frente a la pobreza "son aspectos irrenunciables de la Unión" de cara a la estrategia económica 2020. El presidente español propuso "renovar un gran pacto social en Europa entre empresas y trabajadores". "El diálogo social han hecho fuerte a Europa -señaló- y es una gran palanca para llevar a cabo nuestros objetivos".

En respuesta a una pregunta sobre la inmigración, Zapatero declaró que era "rotundamente falso que sea partidario de una inmigración masiva". "Soy partidario -dijo- de respetar los Derechos Humanos de todas las personas, vengan de donde vengan".

José Luis Rodríguez Zapatero reiteró, por último, el "agradecimiento de España a la UE, sobre todo "a los países que contribuyeron a nuestro desarrollo".Resaltó su compromiso con la Unión, "con una manera de vivir, de pensar y de sentir, de pensar en favor de la democracia, de los Derechos Humanos y de la paz, y de sentir que convivir y unir nuestros pueblos y nuestra historia nos ha permitido vivir en paz con nosotros mismos", concluyó Zapatero.

Jerzy Buzek y José Manuel Durao Barroso

Tras la intervención del presidente español, tanto el presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek, como el de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, agradecieron su "visión europea", basada en el método comunitario. Según Buzek "es una visión similar a la del PE". Dijo que "todo lo que suceda durante la Presidencia española será muy importante, porque no todo está escrito en los Tratados".

Barroso, por su parte, señaló en español que España es "un país con gran tradición y compromiso europeo". Tras subrayar los esfuerzos para aportar ayuda a las víctimas de Haití (130 millones de euros de la CE y un total de 222 millones de toda la UE), Barroso deseó éxito a la cumbre UE-América Latina que tendrá lugar en mayo en Madrid.

Hizo hincapié en una acción unida de la UE para afrontar la crisis económica y evitar que siga aumentando, y consideró que los próximos 6 meses "servirán de trampolín para lograr objetivos más ambiciosos". Mostró su preocupación por el alto índice de desempleo juvenil y propuso más ayudas para las pymes.

Grupos políticos europeos

El líder del grupo PPE-DE, el francés Joseph DAUL, acogió favorablemente la propuesta de Rodríguez Zapatero de abrir un debate sobre un posible gobierno económico europeo, pues "en Europa no hay que tener miedo de hablar de política con "P" mayúscula". Sin embargo, España es un país con una "tasa de paro récord del 20% y un déficit público que se aproxima al 11%", por lo que, aunque "apoyo su voluntad de volver al crecimiento y a la creación de empleo, no estoy seguro de que las soluciones que usted y su familia política proponen nos permitan salir de la crisis", señaló Daul. Para el PPE-DE, la salida de la crisis "no pasa por subir el gasto público, sino por lograr un entorno económico, fiscal y ecológico favorable a las empresas y, especialmente a las pymes".

El líder del grupo S&D, el alemán Martin SCHULZ, destacó que la Presidencia española cuenta con un programa "ambicioso", y recordó que la Estrategia de Lisboa "ha sido un fracaso porque los Estados miembros no se han comprometido". En este sentido, la Presidencia española supone "una bocanada de aire fresco". Schulz propuso "trasladar el modelo español a Europa" y dejó claro que "su gobierno es de vanguardia, con mucho coraje y que ha conseguido modernizar su país". Además, insistió en la necesidad de regular los mercados financieros y respaldó la referencia que Rodríguez Zapatero hizo a la lucha contra el maltrato, ya que "no es un problema de un país", sino que representa "una violación de los derechos humanos".

Guy VERHOFSTADT (ALDE, Bélgica) apoyó las palabras de Zapatero sobre una "coordinación abierta" para el crecimiento económico, y no descartó la propuesta de Rodríguez Zapatero de imponer sanciones a los países miembros, ya que "no se puede decir que hay países que no hacen suficientes esfuerzos para afrontar la crisis y, al mismo tiempo, no dar a Comisión instrumentos necesarios para afrontar la situación". "Este Parlamento está con usted para enfrentarnos a los que no quieren cambiar estos aspectos de Lisboa". En cuanto a la cumbre de Copenhague, "está claro que el método no ha funcionado", ya que "había al menos ocho líderes que negociaban en nombre de la UE". "Hay que buscar un acuerdo con Estados Unidos y China", añadió.

Daniel COHN-BENDIT (Verdes/ALE, Francia) destacó que si la UE contase hoy con una fuerza europea de protección civil, tal y como propuso Michel Barnier en 2006, "los europeos estarían más presentes en Haití". El eurodiputado suscribió la propuesta de la Presidencia española de impulsar los vehículos eléctricos, pero dejó claro que "no es la única solución", y sugirió como medidas complementarias un "plan europeo para promover el tranvía", así como invertir en el ahorro energético. En cuanto al proceso de Bolonia, el problema es que "se ha desviado del objetivo inicial" y "hay programas educativos que los estudiantes no pueden seguir". Finalmente, aclaró que el pacto social europeo debe ser "social y ecológico".

Timothy KIRKHOPE (ECR, España) mostró sus reservas hacia la forma en que España llevaría a cabo sus objetivos, temiendo que el principal instrumento para hacerlo sean las sanciones. "En el Reino Unido decimos que antes de arreglar las cosas ajenas, hay que arreglar las cosas en casa, y esto es algo que los socialistas no suelen hacer", señaló Kirkhope. Además, en cuanto a la política exterior de la UE se refirió a la amenaza que representa Irán en la actualidad, afirmando que Europa debe actuar haciendo entender a este país que no puede mantener en vilo al mundo con su armamento nuclear.

Willy MEYER (GUE/NGL, España) criticó que el programa español fomenta la continuidad para la UE en decisiones como la reelección de Barroso, rechazada por su grupo político. También dijo que la recesión ha sido consecuencia de no haber intervenido sobre el mercado a tiempo, especialmente en sectores específicos como el financiero. En palabras del eurodiputado, "el sistema actual castiga las rentas de trabajo y privilegia las rentas de capital". En referencia a la actuación en Haití, Meyer declaró no compartir la prominente presencia de dotaciones militares en lugar de más dotaciones civiles (médicos, arquitectos, etc.), así como tampoco se mostró partidario del estatuto avanzado de Marruecos hasta que éste decida realizar el referéndum sobre el Sáhara.

Marta ANDREASEN (EFD, Reino Unido) protestó sobre los "abusos a los que han sido sometidos algunos ciudadanos británicos residentes en España por ver destruidas sus casas o ver imposibilitada la legalidad de las mismas". Andreasen expuso que, debido a la ley de costas o a problemas con la regularización del suelo, "hay muchos afectados (especialmente en Alicante y Lanzarote) que han visto su casa demolida o que no pueden acceder a servicios públicos como el agua o la luz". La eurodiputada señaló que "estas personas deben poder vivir en las casas que han comprado. En caso contrario, deben ser indemnizadas". "España ha sido amenazada con la retirada de los fondos europeos y, si la situación no cambia durante la Presidencia española, haré todo lo posible para que se aplique esta medida".

Francisco SOSA WAGNER (NI, España) hizo una exaltación de los valores europeos y del importante papel de Europa en la solución de los problemas globales. En general, se mostró de acuerdo con los objetivos propuestos por la Presidencia española, "aunque muchos no aciertan a distinguir lo accesorio de lo principal". Defendió la política europea de cambio climático desarrollada por la Comisión, y pidió más énfasis en la defensa de los derechos humanos en el mundo. También propuso la implicación de la Presidencia española en el reconocimiento de los grupos y organizaciones disidentes en Cuba e Irán; una política energética común; la no celebración de la cumbre con Marruecos hasta que este país no se comprometa a respetar las resoluciones de Naciones Unidas sobre el Sáhara; y la dotación a Ceuta y Melilla de un estatuto similar al de las regiones ultraperiféricas.

Diputados españoles

Jaime MAYOR OREJA (PPE-DE) subrayó durante su intervención "el creciente desinterés y alejamiento de las instituciones europeas con los ciudadanos". En este sentido, Mayor Oreja ha defendido que la UE tiene como reto "encontrar un punto de inflexión en el alejamiento de los europeos con las políticas de la UE". "Un cambio de actitud en los gobiernos, los parlamentos, los políticos y las instituciones es mucho más importante que el Tratado de Lisboa", defendió el eurodiputado. Por otro lado, Mayor Oreja recalcó que "no debe ser el buen termómetro el número de encuentros que se celebren durante la Presidencia española, ni los discursos convencionales ni las buenas palabras. Lo van a ser los resultados, las realidades, la capacidad de cambiar de actitud desde todas las instituciones europeas. Hay que afrontar los problemas reales que tienen los europeos, ésa será la manera de acercarse a los europeos".

Juan Fernando LÓPEZ AGUILAR (S-D) destacó el nuevo contexto en el que España asume la presidencia rotatoria del Consejo. El eurodiputado insistió en que la UE debe "responder ante la crisis más grave y severa de los últimos 80 años" y destacó que no se trata "sólo de una crisis económica sino también de una crisis social". López Aguilar recalcó que la UE debe "ser fiel a su modelo para poder salir de la crisis". El programa de la Presidencia española acierta plenamente en su contenido: en la promoción de la igualdad, en "la protección del más débil y el compromiso ante la violencia de género", así como en su apuesta por "la innovación y educación". Además asumió la importancia de reconocer que la Estrategia de Lisboa "no funcionó" y defendió "un compromiso fuerte con la nueva Estrategia 2020".

Izaskun BILBAO (ALDE) defendió que "la actual crisis requiere pensar en global y actuar en local". En este sentido, Bilbao recalcó que "puesto que es necesario actuar desde la proximidad de las personas", "es necesario integrar más a las regiones". "Esto también es aplicar el Tratado de Lisboa", subrayó. Izaskun Bilbao dijo a Rodríguez Zapatero que el programa de la Presidencia española "olvida a las regiones y la aplicación del protocolo de subsidiariedad". La eurodiputada vasca solicitó una mayor integración de Euskadi en Europa y del euskera en las instituciones europeas. Bilbao acusó a Zapatero de enviar "tarde y mal el calendario" y reprochó que no se hubiera invitado a los eurodiputados al acto de apertura de la Presidencia española el pasado 8 de enero. Por otro lado, Bilbao alabó las propuestas de la Presidencia española en el campo de la igualdad, aunque puntualizó que "el programa está escrito todo en masculino".

Raül ROMEVA (Verdes/ALE) señaló que "me gustaría felicitarle en junio por el resultado de la Presidencia española, pero percibo timidez en su programa". "Hay muchas cumbres previstas, pero se olvidan temas como la revisión de la jurisdicción universal y en casos como el del Sáhara o Colombia priman más los acuerdos comerciales que los derechos humanos", criticó. Sin embargo, Romeva reconoció que en el campo de la igualdad entre hombres y mujeres tiene "toda su credibilidad, ya que se la ha ganado a lo largo del tiempo a base de hechos". El eurodiputado subrayó que la Presidencia española hará un "gran trabajo" en este ámbito y que además "dará ejemplo a otros países que están muy atrasados en esta materia".

Ramón TREMOSA I BARCELS (ALDE) comparó el discurso de Zapatero sobre la crisis con las declaraciones del comisario Joaquín Almunia, quien insiste en que la crisis será más profunda y duradera en España. Tremosa dijo que no se está teniendo en cuenta que "la crisis es global, pero las soluciones son locales" y preguntó a Zapatero "cuándo se podrá hablar catalán en la Eurocámara" y "cuándo derogará el Gobierno español los tratados internacionales que prohíben volar desde 23 países al aeropuerto de Barcelona".

Oriol JUNQUERAS VIES (Verdes/Alianza Libre Europea) señaló que España encabeza "el mayor índice de paro de la Unión" con un déficit público muy elevado. Además peguntó acerca de "cuándo podrán beneficiarse los europeos de una red ferroviaria que una Europa con el litoral mediterráneo", y para cuándo reconocerá España a Kosovo, como ya han hecho la mayoría de socios europeos.

Alejandro CERCAS (S-D) alabó que Zapatero haya propuesto en su discurso la puesta en marcha de un pacto social entre trabajadores y empresarios a nivel europeo ya que, según señaló, Europa "no podría hacerse sin los trabajadores" y "no debe ser sólo económica, sino también social".

Luis DE GRANDES (PPE-DE) calificó de "ambicioso" el programa de la Presidencia española de la UE, aunque reclamó que cada uno de sus puntos sea "un hito sobre los problemas reales" que afectan a la ciudadanía, tales como la crisis y el desempleo. "España tiene por delante muchos retos y yo creo y quiero creer que usted estará a la altura de nuestro país", declaró el eurodiputado.

Ramón JÁUREGUI (S-D) preguntó a José Luis Rodríguez Zapatero por los planes de la UE y la Presidencia española para América Latina, un continente con el que, según Jáuregui, "hay muchos lazos humanos, intereses empresariales y países emergentes, como Argentina, Brasil y México". El diputado también quiso conocer los objetivos de la próxima cumbre entre la UE y Latinoamérica, que se celebrará el 18 de mayo en Madrid.

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