miércoles, 10 de marzo de 2010

Gestión de los aceites y grasas usados

El Grupo Parlamentario Socialista ha presentado la siguiente Proposición no de Ley relativa a la gestión integrada de los aceites y grasas usados de origen vegetal, para su debate en la Comisión de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca.
Exposición de motivos
Se pretende plantear en clave parlamentaria la preocupación, el debate y la propuesta de mejora en la gestión de los residuos urbanos, resolviendo un aspecto que por su especificidad y especial dificultad no ha tenido la evolución tan favorable como otros. Se trata de los aceites de cocina usados de origen vegetal, que representan un residuo de alto poder contaminante y de difícil eliminación.
La correcta gestión de los residuos urbanos es una tarea que atañe e involucra tanto a los posicionamientos y actitudes ciudadanas como a la implicación y compromiso de las Administraciones. Por ello el Plan Nacional Integrado de Residuos 2008-2015 aprobado por Acuerdo de Consejo de Ministros de 26/12/2008 incide de forma especial en la recogida selectiva como medida para aumentar el reciclado, haciendo mención expresa de los residuos vegetales.
La repercusión ambiental que tiene la eliminación incorrecta de los aceites de cocina usados puede llegar a tener consecuencias muy graves. La supresión de estos aceites a través de la red de alcantarillado es, lamentablemente, práctica habitual en demasiadas ocasiones, lo que supone un grave perjuicio tanto para el medioambiente como para el correcto funcionamiento de las estaciones de depuración de aguas residuales, con altos costes económicos y de mantenimiento. Con el agravante que en las zonas que no disponen de EDAR municipal, el aceite llega directamente a cauce público contaminando los sistemas naturales. Todo ello incide muy negativamente en nuestro entorno y pone en grave riesgo la sostenibilidad del sistema basado en completar el ciclo del agua.
Y si en el ámbito comercial (restauración) e industrial (alimentación) la obligatoriedad del tratamiento en origen está dando buenos resultados, es en los pequeños y medianos establecimientos y en las prácticas domésticas donde encontramos mayor dificultad en la correcta gestión de este residuo y se detectan mayor número de irregularidades.
No es un problema menor, puesto que diferentes estudios concluyen que un ciudadano consume, aproximadamente, 10 litros al año de aceite virgen. Si tenemos en cuenta que se calcula en un 60% el porcentaje de recuperación, tendremos que en una población de 100.000 habitantes puede haber más de medio millón de litros cuyo tratamiento nos provoca dudas justificadas
en cuanto a su correcta eliminación. Y todo ello en un contexto donde todavía la gran mayoría de ciudadanos no percibe el aceite de cocina usado como un residuo sujeto a recogida selectiva.
Frente al beneficio medioambiental que supone su correcta gestión y el impulso que significa para la mejora y preservación de nuestro entorno, nos encontramos, por su naturaleza, con el valor añadido de que es un residuo óptimo para su valorización y reciclaje convirtiéndose en materia prima apta para la fabricación de biodiésel, con todas las ventajas ambientales que ello
comporta (ahorro consumo combustibles fósiles, reducción de emisiones de CO2, etc.).
De esta forma, estaremos mucho más cerca del objetivo de conseguir una comunidad sostenible, donde los recursos se utilizan eficientemente y los residuos se minimizan mediante circuitos cerrados.
Por todo ello, y con el propósito de continuar avanzando en la optimización y mejora por parte de los particulares de la gestión de los residuos urbanos, y en particular de los aceites usados que por su singularidad y especial dificultad todavía es minoritaria en nuestra sociedad, lo que conlleva pagar una alto coste medioambiental y económico evitable si se gestiona correctamente.
Por todo ello, el Grupo Parlamentario Socialista presenta la siguiente Proposición no de Ley
«El Congreso de los Diputados insta al Gobierno a que articule los medios necesarios (adecuación y ajuste del marco normativo) para avanzar decididamente hacia una gestión integrada de estos residuos que se adapte a las peculiaridades de los aceites y grasas usados en origen vegetal.»
Palacio del Congreso de los Diputados, 22 de febrero de 2010.—Antón Ferré Fons, Diputado.—Eduardo Madina Muñoz, Portavoz del Grupo Parlamentario Socialista.

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